Cuando empiezas tus estudios universitarios muchas veces ni te planteas hacer un doctorado porque piensas que no terminarías nunca de estudiar. Pero, a medida que vas cursando asignaturas y algunas despiertan en ti un interés especial o bien motivado por la precariedad laboral, en el último curso de tus estudios de grado es probable que ya no pienses en el doctorado como algo para mentes privilegiadas o para amantes de la vida académica.

Pero la sorpresa viene cuando ya estás a punto de defender tu tesis, o ya la has defendido con éxito y por fin eres Doctor: ¿y ahora qué? Pues ahora se abren tres posibles caminos ante ti porque, aunque no lo creas, hay mucho camino después del doctorado.

¿Qué puedes hacer con un doctorado?

Si todavía no tienes claro tu futuro estudiantil, te conviene tener presente para qué sirve un doctorado.

En primer lugar, si aspiras a llegar a ser profesor universitario, con plaza fija obtenida en una oposición o, mientras tanto, profesor adjunto, se te exige el título de Doctor en el área en la que vayas a impartir la docencia.

También hay trabajos postdoctorales, la mayoría de ellos relacionados con la investigación. Tiene sentido que, si vas a dedicarte a investigar algo, hayas demostrado que sabes cómo llevar a cabo una investigación empírica e interpretar correctamente los resultados.

Hay doctorados que por su complejidad tienden a ser otorgados a aspirantes que ya cuenten con otro doctorado previo, relacionado con el tema. Si deseas realizar una tesis sobre algo determinado y no se ofrece en tu universidad o no has sido aceptado porque había otros aspirantes con mejor expediente académico que tú, puedes ir allanando el camino con otro doctorado. Ten en cuenta que el segundo, si trata sobre algo parecido, vas a tenerlo listo en menos tiempo. Además, la experiencia es un grado, o eso dicen.

Por último, pero no menos importante, piensa que si deseas publicar artículos o papers en revistas especializadas es muy probable que se te exija ser Doctor. Estas publicaciones especializadas resultan imprescindibles si aspiras a llegar a ser Catedrático en tu área.

¿Qué hacer después de un doctorado?

Si estás pensando en maestría, doctorado y qué más sigue, pensarás que no reparamos en la inversión económica y de años de vida que supone llegar a tener un doctorado. Pero la realidad es que hoy en día hay doctores en paro o trabajando gracias a alguna oposición no relacionada con lo que fue el tema de su tesis.

¿Qué grado sigue al doctorado? Otro doctorado si lo deseas, o la inmersión en la docencia universitaria, aunque debes tener presente que mientras no haya oposiciones y las pases, tu plaza está en el aire, pendiente de si hay o no presupuesto para renovar contratos.

 

Se dice que el doctorado es la titulación académica más alta, pero existe algo más complejo: la cátedra. Las cátedras se consiguen por puntos, que a su vez tienen que ver con las publicaciones en medios entre otros factores. Es evidente que para ser catedrático primero debes ser Doctor y profesor universitario.

El doctorado no es el final de la vida estudiantil, salvo si así lo deseas. De hecho es la llave a otras puertas, relacionadas con la docencia universitaria o con más investigación. A veces un doctorado te permite acceder a otro más interesante o competitivo, pudiéndose decir que, si tienes claro cómo deseas enfocar tu futuro laboral, hay casos en los que se requiere contar con al menos un doctorado y otros en los que ayuda. La condición para sacar provecho de los años invertidos en un doctorado es haberlo elegido bien en su momento.